Diego Civilotti

“Ética para influencers” de Juan Carlos Siurana (Plaza y Valdés, 2021)

Seguramente en nuestro imaginario no hay dos conceptos más alejados entre sí que los de ética e influencer. Juan Carlos Siurana los une para hablar de ética a partir del fenómeno influencer en las redes sociales, desde la definición que ofrece: “aquella persona reconocida socialmente por ser capaz de influir de manera significativa sobre los pensamientos o las acciones de muchas otras a través de las redes sociales”.   

Siurana parte de una premisa muy interesante: para conocer los valores de una época o una sociedad, basta con analizar las personas que admiran. Un enfoque que podríamos aplicar al pasado, si pensamos  en los héroes y dioses que describe Homero, y trasladar a la actualidad, con aquellas figuras públicas a las que todos se quieren parecer, especialmente los más jóvenes, que buscan modelos a los que imitar. La pregunta ética surge casi de inmediato, al pensar qué tipo de vida están proponiendo las personas que admiramos, a lo que hay que añadir, en el fenómeno infuencer, las propias características de las redes sociales.

Sobre ese trasfondo ético-filosófico, el libro tiene una orientación claramente práctica. Tras una introducción muy breve, Siurana ofrece un mapa de la influencia a lo largo de catorce capítulos: deporte, cine y música, videojuegos y entretenimiento, moda, belleza y estilo de vida… para captar las particularidades de cada uno. Y finalmente recoge códigos éticos para influencers, pero también para seguidores, que al fin y al cabo son la otra cara de la moneda, teniendo en cuenta todas las implicaciones éticas para la sociedad. Seguramente el mapa vaya quedando obsoleto, si nos atenemos al carácter efímero de muchas de esas figuras, o a la velocidad a la que surgen nuevas, pero los elementos de reflexión que contienen todos eso capítulos nos aportan materia para pensar durante mucho tiempo. 

Merece siempre un elogio sacar la ética “a la calle”, observar los fenómenos de la actualidad desde las éticas aplicadas, con las potentes herramientas que nos ofrecen y que han ido configurando durante siglos. Este Ética para influencers lo logra, siguiendo la tendencia de otros ensayos del autor, como Ética del humor (2015) o Felicidad a golpe de autoayuda (2018).

Diego Civilotti – 7/04/2022

“Del sentir hacia el pensar: María Zambrano” de Joaquín Verdú de Gregorio (Taugenit, 2021)

El rasgo característico del pensamiento de María Zambrano es lo que se conoce como Razón poética, una búsqueda de puentes entre filosofía y poesía, y de resistencias contra los errores y desvaríos de otras racionalidades, como la razón instrumental o la razón histórica. Zambrano era muy consciente de los productos nocivos de ellas, pero también de la potencia del diálogo entre filosofía y poesía, tomados como dos lenguajes que comparten algo anterior a la separación entre ambos: la palabra. 

Este ensayo de Joaquín Verdú de Gregorio, se propone precisamente valorar el peso de esa razón poética, en diálogo con la poesía pero también con todo el abanico de lenguajes del arte. El autor reúne muchas condiciones para ser el candidato perfecto para una empresa de este tamaño; además de ser Doctor en Filosofía y tener una larga experiencia en el pensamiento zambraniano y en la filosofía hispánica, es un hombre polifacético, con trabajos de crítica literaria y cinematográfica, y para rematar, fue discípulo de Zambrano en Ginebra, en su época como profesor de lengua y literatura española en la Universidad de la ciudad. 

El ensayo se divide en 4 capítulos: “El fluir de la palabra”, “Sueño, historia y ser”, “La contienda civil y los tiempos de exilio” y “En los umbrales del amor”. Un texto que se va acompañando constantemente de la voz de Zambrano: Claros del bosque, El hombre y lo divino, Los intelectuales en el drama de España… y las reflexiones se van enhebrando desde ellos mismos, aunque no falten las vivencias y las referencias biográficas, tan atravesadas por el exilio y por fenómenos sociopolíticos del siglo pasado. 

En un texto donde abundan las citas y el cuidado por la forma literaria, Verdú logra abordar los temas de reflexión esenciales en la obra de Zambrano, como el delirio y el sueño, que giran en torno al decir poético. Es desde aquí que el ensayo nos permite entrever el pensamiento de la poesía, entendida como lenguaje humano específico, de tal modo que en la razón poética podamos buscar el origen de toda habla, y la palabra que conserva el rastro divino, que Heidegger identificaba en Hölderlin. Poesía y mística sobrevuelan constantemente el volumen, para acercarnos al universo de Zambrano desde los cimientos que lo sostienen, rastreando lo sagrado que pervive, incluso una vez que Dios ha muerto. Se trata de un texto, en definitiva, de gran belleza, pero también un ensayo que nos permite seguir abriendo caminos a partir de Zambrano, como una de las grandes filosofías encarnadas de nuestra cultura, aquellas -pocas- que no abandonan el sentir en el camino hacia el pensar.

Diego Civilotti – 31/03/2022

“Filosofía para una vida única” de Lammert Kamphuis (Maeva, 2022)

Este libro, que ha sido acogido con gran éxito en el país natal de su autor, los Países Bajos, tiene exactamente el aspecto de los libros de los que huyo. Y sin embargo, al abrirlo, uno se da cuenta de que no es ese tipo de libros. Es un éxito editorial, un libro de divulgación, que busca conectar los problemas de la filosofía con la vida cotidiana. Y sin embargo, haciendo eso, no abandona el rigor y es capaz de conservar la voz genuina de cada autor convocado.  

Platón, Sexto Empírico, Marco Aurelio, Tomás de Aquino, John Locke, Immanuel Kant, Arthur Schopenhauer, Merleau-Ponty, Roger Scruton… No hay una página en la que no se convoque alguno de los grandes filósofos de la tradición, para abordar los problemas que nos preocupan, pero el orden que sigue el texto es conceptual. El libro se estructura en tres grandes partes, que contienen cada una seis episodios.

En la primera parte, se trata la filosofía para la conexión con uno mismo desde la inquietud, el consuelo, la ira, la insatisfacción, el yo, y la muerte. En la segunda, la filosofía para la relación con los demás, desde la amistad, la fe, la duda, el sexo, el inconformismo y la ética. Por último, en la tercera parte, la filosofía para la relación con el mundo, desde el trabajo, la libertad, el ser humano, el arte, el smartphone y las cifras. Desde esa estructura, Kamphuis logra abordar prácticamente todas las cuestiones, con ejemplos sencillos de experiencias vitales concretas y cotidianas: visitar un amigo, cruzar un semáforo, buscar trabajo, enviar un mensaje de Whatsapp, sentirse atraído por otra persona… Es interesante que obras y autores se hacen explícitos en cada tema, lo cual permite al lector atravesar las miles de puertas que el filósofo holandés abre, buscando este o aquel libro, o más información sobre los filósofos que desfilan ante nuestros ojos. Incluso el autor se atreve a invitar a acciones y ejercicios concretos, que sean capaces de poner en práctica ideas de distintas corrientes y autores, tanto de la antigüedad como de la actualidad.  

Kamphuis estudió filosofía y teología y ha sido profesor de filosofía en todas las etapas educativas, incluida la universidad. Se trata sin duda de un gran comunicador de ideas y su capacidad pedagógica hace este texto muy atractivo y didáctico para cualquiera que se quiera acercar a la historia del pensamiento, o bien quiera recordar aquello que la vincula a vivencias concretas. En la preposición “para” está la clave del libro, que busca reconectar la filosofía con la vida, sin abandonar ni una ni la otra. Sin abandonar la filosofía, porque se habla desde herramientas conceptuales que conservan todo su rigor y que remiten a obras esenciales. Sin abandonar la vida, porque Kamphuis habla de ella y para ella, una vida única, porque también es una vida abierta a filosofar.

Diego Civilotti – 17/03/2022

“Filosofía y medicina” de Benjamín Herreros Ruiz-Valdepeñas (Taugenit, 2021)

Benjamín Herreros Ruiz-Valdepeñas es un autor inquieto, médico especializado en medicina interna, medicina legal y forense, licenciado en Filosofía por la UNED, profesor de bioética en la Universidad Europea y en la Complutense de Madrid, y entre otras cosas, ha dirigido dos documentales. 

No resulta extraño pues, que salga un libro así de las manos de un perfil como el suyo. Un ensayo que apuesta por un enriquecimiento fruto del diálogo entre filosofía y medicina, partiendo de la premisa de que la división entre ciencias y humanidades es artificial y equivocada, y que ese diálogo en especial lo pone de manifiesto. Por mencionar nombres que sirven de respaldo para la filosofía de la ciencia que fundamenta el texto, Jesús Mosterín, Javier Sádaba y Mario Bunge tienen mucha presencia, manteniendo la voz de cada uno, que no coincide siempre.    

Tras la introducción, en la que aborda precisamente esa cuestión a la luz de Las dos culturas, conferencia de Charles Percy Snow en 1959, el libro se estructura en tres partes. En la primera, “Una historia de amor”, se analiza la relación histórica que ha existido entre filosofía y medicina y se ofrece una pequeña bibliografía como propuesta de ampliación, que se irá repitiendo en todos los apartados del ensayo. En la segunda parte, “Medicina para filósofos”, reivindica aplicaciones de la medicina para la filosofía, como base científica, para construir una ética, para modelar el concepto de persona, para comprender mejor la dialéctica cuerpo-alma, o para conocer mejor nuestras decisiones a partir de la neuroética. La tercera parte, “Filosofía para médicos” se basa en la obra homónima de Mario Bunge, para desgranar en qué medida puede servir a un médico la filosofía: para saber qué es un médico y cuál es el objetivo de la medicina, para saber qué es la medicina (“¿un arte, una ciencia, una técnica, una disciplina humanística?”, p.191), para mejorar las decisiones éticas de la medicina, para comprender al enfermo, para detectar problemas y revelar soluciones, para gestionar mejor la muerte en aquellos aspectos ante los cuales la medicina no tiene respuesta.     

Así, Herreros pregunta al médico qué filosofía tiene, y al filósofo sobre qué filosofa, “porque la filosofía del médico (la forma de entender el mundo, de afrontar y responder las grandes preguntas y cuestiones humanas) condiciona su ejercicio profesional y porque el filósofo no puede construir su pensar en el aire, tiene filosofar sobre algo y para algo”. Un epílogo sobre el Coronavirus, tratado como urgencia médica y filosófica, cierra el volumen.        

Hay que dar la bienvenida a miradas transversales que nos demuestran que el saber es indivisible por naturaleza, si son de rigor como es el caso de este Filosofía y medicina.

Diego Civilotti – 17/03/2022

“La sociedad paliativa” de Byung-Chul Han (Herder, 2021).

De Byung-Chul Han hemos hablado en otras ocasiones en este espacio, y su obra no necesita presentación. Se trata de una estrella mediática de la filosofía, tan leída como criticada, especialmente desde el mundo académico. A poco que uno se haya acercado a sus breves ensayos, se percata de que un reducido número de ideas se reformulan, se reorganizan y se transforman en herramientas para pensar fenómenos contemporáneos. 

En el caso de La sociedad paliativa, sucede ya en la segunda página: “Vivimos en una sociedad de la positividad que trata de librarse de toda forma de negatividad. El dolor es la negatividad por excelencia”. Es decir, Han extiende su crítica sobre la violencia de la positividad en lo que denomina la sociedad del rendimiento, a fenómenos actuales como la psicología positiva o el imperativo de la felicidad, síntomas de una transformación en nuestra relación con la muerte y el dolor. Todos ellos encajan en su diagnóstico en textos anteriores: el exceso de positividad deshace la negatividad consustancial no sólo al paradigma inmunológico, sino al mismo concepto de verdad en Occidente desde la antigüedad griega, entendido como una negatividad que discrimina lo que no es. Por lo tanto, lo que propone Han es un reencuentro con el dolor originario para extraer su contenido de verdad, y compartirlo.   

El libro se divide en 11 capítulos muy breves. En el primero de ellos, el autor plantea la premisa de la “algofobia” o fobia al dolor, en el corazón de una sociedad anestesiada, incapaz de darle un significado al dolor, porque la máquina económica debe seguir funcionando. Existe una generalización, incluso una coacción, sobre los modos en los que debemos relacionarnos con el dolor: una liquidación del pensamiento y el discurso del dolor.  Eso lo aborda en el segundo capítulo, “La obligación de ser feliz”. En ocasiones, Han fuerza las categorías para atribuirle capacidades anestésicas, especialmente al hablar de la pandemia, los dispositivos digitales o la Inteligencia Artificial, desde el espíritu casándrico que denunciaba David Casacuberta. Más interesante resulta al redescubrir la dimensión cultural del dolor en el arte, la literatura o la tradición mística.        

Hay algo que desalienta en Han -y no lo que tanto se ha señalado: que la dimensión crítica opaque cualquier dimensión propositiva-. Y es que gran parte de su obra parece una introducción a su pensamiento, sin llegar a profundizar y extraer las últimas consecuencias de sus planteamientos, lo cual la debilita frente a los análisis. Precisamente, sus observaciones son detonadores de pensamiento sobre el presente que podrían llevar mucho más lejos de lo que él las lleva. En cualquier caso, Han siempre resulta difícil de situar; escapa a las tradicionales distinciones entre izquierda y derecha, en este ensayo más que nunca. Es tarea nuestra, la de los lectores, no la de catalogarlo o situarlo, sino la de discutirlo y seguir tirando del hilo.

Diego Civilotti – 10/03/2022

“La zarigüeya de Schrödinger. Cómo viven y entienden la muerte los animales” de Susana Monsó (Plaza y Valdés, 2021).

En muchas ocasiones el antropocentrismo nos hace creernos un animal único, pero la etología y la psicología comparada nos suele demostrar que no es así. En el caso de la vivencia y la comprensión de la muerte, también ha sucedido eso, con implicaciones filosóficas para nuestras propias preguntas sobre la condición mortal en sí misma.   

Susana Monsó es profesora en el departamento de Lógica, Historia y Filosofía de la Ciencia de la UNED y sus investigaciones se centran en las habilidades socio-cognitivas de los animales y sus implicaciones éticas. Con este libro, que se enmarca en la filosofía de la mente animal -una ampliación de la filosofía de la mente- aporta un enfoque filosófico novedoso a una disciplina que también lo es: la tanatología comparada, el estudio de las reacciones de diferentes animales ante la muerte de otros individuos.

Monsó comienza estableciendo una distinción: reacciones estereotípicas a la muerte (innatas, rígidas, automáticas, ligadas a estímulos sensoriales concretos…) y reacciones cognitivas a la muerte (aprendidas, flexibles, bajo control cognitivo, no ligadas a estímulos concretos…) para centrarse en las segundas, y más concretamente en aquellas cognitivas que son mediadas, además, por un concepto de la muerte. 

Teniendo en cuenta las dificultades que existen en los estudios sobre las reacciones de los animales a la muerte y los peligros del antropomorfismo (atribución de cualidades humanas que otra especie no tiene), la antropectomía (denegación de una característica típica del ser humano a un animal) y el antropocentrismo (sesgo que nos hace creer que nuestra especie tiene mas valor que las demás), la autora ofrece análisis muy detallados, abriendo numerosas puertas a la investigación, que para escapar del antropocentrismo deberíamos reconocer que tiene valor en sí misma, más allá de lo que nos descubra sobre nuestro concepto de la muerte, y que nuestra forma de pensar la muerte no es ningún estándar al que remitir la de las otras especies. Esto significa que si nos preguntamos por el concepto de la muerte de otras especies, tomando como referencia nuestro concepto de la muerte, nunca lo encontraremos: “esto supone una sobreintelectualización del concepto de la muerte” (p. 73). Eso sin contar, que el concepto de la muerte no se trata de algo binario, sino que admite gradaciones, de tal forma que Monsó recurre a lo que llama el “concepto mínimo de la muerte” (p.79), para descubrir qué animales lo tienen. A través de distintas metodologías (análisis lógico, experimentos mentales…) la autora destila los componentes esenciales de ese concepto y arrincona el antropocentrismo intelectual, como después lo hará con el emocional, ligado al duelo, antes de abordar la relación entre cognición, emoción y experiencia en el concepto de la muerte a partir del caso de los elefantes. El último capítulo es el que da el título al libro, donde se estudia el papel de la violencia y la tanatosis (simulación de la muerte) y necrofobia (aversión a los cadáveres) en la defensa contra los depredadores. 

El gran mérito de este ensayo a lo largo de sus siete capítulos y una conclusión, es la capacidad que tiene para comunicar de forma sencilla, amable y divertida el resultado de investigaciones muy innovadoras en el campo de la filosofía de la mente animal, sin abandonar un ápice de rigor académico. 

Diego Civilotti – 3/03/2022

“Rabia. Afectos, violencia, inmunidad” de Laura Quintana (Herder, 2021).

Las situaciones que rodean el difícil ejercicio de pensar, o las circunstancias que rodean el yo -como recuerda la frase tan citada de Ortega- a veces configuran una filosofía, otras son el detonante, e incluso pueden ser aquello frente a lo que se sitúa un pensamiento. 

Laura Quintana es Dra. en Filosofía por la Universidad Nacional de Colombia y profesora de la Universidad de los Andes, y sus principales líneas de investigación giran en torno a la filosofía política y la estética contemporánea. En el caso de este libro, Quintana desarrolla la lectura de una experiencia conflictiva en directo, la realidad política en Colombia. Y lo hace como una voz atravesada y condicionada por el propio objeto que piensa, la rabia, y una lógica de la inmunidad que se cierra y defiende de lo extraño poniendo en movimiento lo que Quintana denomina “fascismos moleculares”. También como una voz consciente de su circunstancia: “escribo como mujer y desde una localización -geopolítica- poscolonial, que también marca mi relación histórica con el presente” (p.303). 

Quintana centra su análisis en un afecto, la rabia, que siempre pensamos desde la subjetividad, pero matiza su dimensión semántica desde un enfoque relacional y teniendo en cuenta una elaboración creativa de la rabia: se trata de “fuerzas efectuadas en el mundo social, que atraviesan a los sujetos, los preceden y conforman; fuerzas que se producen en las interacciones conflictivas entre seres vivos, cosas, lugares, temporalidades, tecnologías; entre cuerpos, imágenes, discursos; entre registros sensoriales, atmósferas y materialidades” (p.29).   

El libro se divide en 4 capítulos y se acompaña de una amplia bibliografía final. El primero, “Economías afectivas inmunitarias: apegos, asedios y virtualidad”, gira en torno a ese concepto (economía afectiva) heredado de Freud para analizar lógicas sociológicas y políticas. En el segundo, “Capitalismo, afectos e inmunidad”, se estudia la heterogeneidad del capitalismo, entendido no sólo como sistema de producción o intercambio económico, sino también -recurriendo a Gilles Deleuze y Félix Guattari- como régimen que produce unas determinadas formas de poder e incluso un campo de percepción, emoción y pensamiento. El tercer capítulo, “Resentimientos”, se dedica a estudiar la lógica destructiva del resentimiento y las formas de revertirla para descubrir la dimensión creativa del conflicto. Todo desemboca en un último capítulo, “Rabia política”, en busca de una interpretación emancipatoria de la rabia, capaz de abrir el campo de lo posible para transformar el mundo.      

La autora marca distancia frente a la hermenéutica de la sospecha (crítica de la ideología) y también frente al académico racionalista. Se trata de un trabajo académico, en forma y contenido, pero se distancia de él en la medida en que apunta a transformar el campo social asumiendo el conflicto. Rabia tiene a mano la acumulación y proyección de la rabia política, tal y como se ha materializado últimamente en distintos países de latinoamérica; y de la misma manera, la posibilidad de transformar las sociedades a partir de la plasticidad de los afectos, especialmente urgente en tiempos de desaliento y de (peligrosa) despolitización. Esto lo hace de muchas maneras, con especial atención a la recuperación del vitalismo filosófico de origen nietzscheano.        

Es este un trabajo de profundidad muy operativo para entender los resortes y matices de muchos de los fenómenos sociopolíticos, inexplicables si los leemos desde las distintas agencias de propaganda y desinformación que nos asedian a diario.  

Diego Civilotti – 17/02/2022

“Pandemia y posverdad. La vida, la conciencia y la Cuarta Revolución Industrial” de Jordi Pigem (Fragmenta, 2021)

La personalización de los robots y la robotización de las personas. La alienación humana. La actualidad del nihilismo. La omnipresencia del entretenimiento. El control y la manipulación a partir de nuestro rastro digital. La pérdida de nuestra capacidad de atención. Los obstáculos para sentir y pensar como individuos. La nueva normalidad tecnocrática. El aumento de las desigualdades. El pensamiento único. De todo esto habla Pandemia y posverdad. La vida, la conciencia y la Cuarta Revolución Industrial. ¿Y dónde queda la pandemia? Para su autor, Jordi Pigem, la pandemia no sólo es el telón de fondo, sino el instrumento político para apuntalar y acelerar todos esos fenómenos que enumeraba y algunos más en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial.  

Pigem es un filósofo especialista en el pensamiento de Raimon Panikkar, sus líneas de investigación giran en torno a la filosofía de la ciencia, y este ensayo representa en cierto modo una continuidad respecto a obras anteriores como Ángeles o robots (2018) o Inteligencia vital (2016), donde analiza las contradicciones de nuestras sociedades y reivindica aspectos olvidados o perdidos.

En este caso, sostiene que la supervivencia biológica y la eficiencia tecnocrática se han erigido como los valores que eclipsan al resto, con especial gravedad a la larga búsqueda de sentido de la propia vida, único e intransferible. Su punto de partida es una lectura comparativa de las distopías imaginadas por George Orwell (1984) y Aldous Huxley (Un mundo feliz), analizando la vigilancia y el castigo en Orwell, y el entretenimiento en Huxley. Una vida centrada en el entretenimiento y la distracción es el aspecto que Pigem destaca de la novela de Huxley (con referencias también a David Foster Wallace y La broma infinita), multiplicada hoy gracias a las grandes posibilidades de los medios digitales. El deterioro de la concentración y la memoria es una de sus consecuencias. Pero, ¿por qué el entretenimiento es un obstáculo tan decisivo y tiene tantas implicaciones políticas? Pigem responde: “Porque nuestra mente es la arena última en que se dirimen batallas cruciales” (p.25).

La lectura comparativa no acaba aquí, porque entra en juego un tercer texto, de no-ficción, actual y con resonancias de los anteriores, que le permite a Pigem vincular Orwell y Huxley a la pandemia. Se trata de Covid-19: The Great Reset, el manifiesto del cual es coautor Klaus Schwab, el fundador y presidente del Foro Económico Mundial. Su mensaje principal es que a partir de la llegada de la covid todo debe cambiar para siempre, digitalizando todos los aspectos de la vida y el trabajo. Como sostiene Pigem, se trata del “gran reajuste” no en beneficio de las personas, sino en beneficio del tecnocapitalismo, que gozará de mayores herramientas de control y vigilancia, como afirma el propio Schwab.     

En este sentido, Pandemia y posverdad se presenta como una reivindicación de la centralidad de la vida y del papel de la conciencia, en un contexto hostil como el que describe en una Cuarta Revolución Industrial que apunta a eliminar los límites entre la esfera física, biológica y digital.   

El punto fuerte de este ensayo, es la capacidad que tiene para provocar y activar el pensamiento, con asociaciones conceptuales muy ágiles y un trabajo comparativo riguroso y muy sugerente. El punto débil, el exceso en esas asociaciones y saltos, a veces precipitados (como la línea entre Descartes y Google para señalar la vocación cibernética de la modernidad) que le conducen a generalizar o reducir la complejidad de la realidad y eliminar matices mediante una potente retórica. Como decíamos al hablar de David Casacuberta, a veces muestra signos de convertirse en un discípulo de Casandra. No hagamos un fetiche de este texto; el profesor Pigem seguro que no lo pretende, porque precisamente se dedica a combatir nuestros ídolos. Discutamos con él y aceptemos sin miedo su atractiva invitación a pensar(nos).    

Hay sin embargo, varias cosas que me resultan preocupantes en torno a la publicación de este libro. En primer lugar, tuvo cierta repercusión hace unas semanas porque su autor pudo explicar esta posición en horario de máxima audiencia y en la televisión pública. Una lectura que no había tenido presencia antes, ni la ha vuelto a tener que yo sepa, de un autor cuyo libro se acaba de editar y ha tenido ya cuatro reimpresiones. Como si de golpe, en el corazón de lo que creíamos democracias liberales, tuviéramos que leerlo y compartirlo en silencio. Frente a eso, el peligro de un discurso homogéneo y omnipresente que no permite preguntas, grietas, rendijas ni disidencias, o las permite sólo en pequeñas y controladas dosis. Y más peligroso aún, que se presenta como neutral

Diego Civilotti – 10/02/2022

“La revolución filosófica de Kant” de Yirmiyahu Yovel (Tecnos, 2021)

Esta guía de la Crítica de la razón pura cumple lo que promete, y eso tiene un gran mérito. Ser breve y claro al abordar los principales temas que aparecen en la obra magna de Kant no es nada sencillo. Teniendo en cuenta la brevedad del ensayo, lógicamente Yirmiyahu Yovel (1935-2018) no es exhaustivo y no se ocupa de absolutamente todos los apartados de la Crítica de la razón pura

De hecho, aquellos de los que no se ocupa tenemos que ir a buscarlos a obras anteriores, en especial a su tesis doctoral presentada en 1968 en la Universidad de Princeton sobre la metafísica kantiana y publicada como Kant y la renovación de la metafísica. Junto a Spinoza, Kant fue el gran objeto de estudio de su carrera académica. 

Hay que recordar, eso sí, que este trabajo no aspira a ofrecer una investigación profunda y detallada, sino que se trata de una guía que acompaña la lectura de la obra kantiana con aclaraciones muy útiles y didácticas. De hecho el origen es, como explica Yovel en el prefacio, la introducción que escribió para la traducción al hebreo de la Crítica de la razón pura.  

En las observaciones preliminares encontramos las páginas más inspiradas. En ellas el autor se dedica a presentar las líneas maestras de lo que Yovel considera “la obra más influyente de toda la filosofía moderna y una de las más difíciles de leer”: en qué consiste el carácter revolucionario de esta filosofía, cuál es el lugar de las ciencias naturales y su fundamento, el alcance y el significado de la crítica como auto-conciencia filosófica, el combate por igual del escepticismo y el dogmatismo, la arquitectónica de la razón y la historia de la razón. 

A partir de la segunda parte y a lo largo de más de treinta capítulos muy breves, Yovel ofrece un análisis siguiendo el orden de los capítulos de la Crítica de la razón pura sin apenas abandonar el texto kantiano: el espacio y el tiempo, los juicios analíticos y sintéticos, las categorías… todo regado por ejemplos, esquemas y algunas tablas.   

Hay que felicitar a Tecnos por la edición española de este texto, publicado por la Universidad de Princeton hace 4 años, el mismo año en el que murió su autor.

Diego Civilotti – 3/02/2022

“Epistemología e innovación en medicina” de (eds.) David Casacuberta y Anna Estany (Plaza y Valdés, 2021)

Si para algo debe servir esta sección, además de para reseñar novedades y publicaciones de interés, es para confrontar la realidad desde la filosofía. Este libro colectivo lo hace, tratando los principales retos de la medicina y la salud desde todas las vertientes posibles: epistemología, filosofía de la ciencia, ética…y para simplificar, todo lo que nos aporta esa rica y potente disciplina que es la CTS (Ciencia, Tecnología, Sociedad).

Esto no sólo para pensar la medicina y la salud hoy, sino también para aprender a partir del estatuto científico de las ciencias de la salud, como se hace en una introducción donde los autores analizan el lugar que ocupa la medicina entre las ciencias puras, las ciencias aplicadas y las ciencias de diseño. La medicina encaja en estas últimas: “por un lado, tiene como objetivo curar en el sentido de lo que habían sido las artes como habilidades” y “cuenta con los conocimientos científicos de diversas disciplinas, entre las que destacan la biología, la química y la neurología”.

Como suele ocurrir en volúmenes colectivos de este tipo, el libro se divide en cuatro grandes partes compuestas por tres capítulos cada una. En la primera, se aborda una filosofía de la medicina entendida como un reto para la epistemología contemporánea; en la segunda, el papel del pensamiento crítico en la medicina (especialmente en la enseñanza de las ciencias de la salud) y su dimensión social; en la tercera, un diálogo de gran actualidad entre la epidemiología y la medicina; y finalmente, en la cuarta, el papel de los algoritmos y la inteligencia artificial en la innovación médica y los problemas éticos y epistémicos que puede suscitar.

Son muchas las contribuciones que se pueden destacar entre las 12. Por ejemplo, Alger Sans, doctor en Ciencia Cognitiva y Lenguaje, ofrece una lectura del diagnóstico médico y sus límites desde el tipo de razonamiento que se aplica, la relación entre las cuestiones de hecho y de valor o la dimensión cognitiva del diagnóstico. En la segunda parte, dedicada al pensamiento crítico, el médico Miquel Porta reflexiona acerca de la gestión de la salud por parte de las instituciones públicas y de la censura y libertad de expresión de los profesionales. En la tercera parte acerca del diálogo entre medicina y epidemiología, Jordi Vallverdú escribe un texto muy interesante sobre la problemática noción de causalidad -asunto filosófico de primer orden- aplicada a la epidemiología, y en concreto a la relación entre el virus SARS-CoV2 y la enfermedad del COVID-19 en medio de una gran confusión y precariedad epistemológica, analizando el uso de la IA para su estudio. Precisamente la cuarta y última parte del libro se dedica a las herramientas de la IA aplicadas a la salud; en él encontramos un capítulo de David Casacuberta, reciente invitado a FdB, donde analiza los problemas epistémicos y éticos de los sesgos algorítmicos y reivindica la importancia de una HCAI (Inteligencia Artificial Centrada en los Humanos).

Un puzzle en el que encajan todas las piezas, imprescindible entre los profesionales de la salud que nos escuchan, muy recomendable para los interesados en epistemología y filosofía de la ciencia porque abre muchos caminos en ese campo de estudio, complementando la disciplina CTS con la dimensión ética del avance científico.

Diego Civilotti – 27/01/2022