Pocas veces como en este caso, tendrá tanta sintonía un libro con el desarrollo del podcast. Ilustración, progreso, modernidad toca la columna vertebral de las cuestiones que estamos tratando, al introducirnos en el ambiente y la obra de Immanuel Kant.
El título se corresponde con tres voces que forman parte de un diccionario gigantesco, publicado desde 1972 y a lo largo de 25 años en 7 tomos, los Conceptos históricos fundamentales. Léxico histórico del lenguaje político-social en Alemania. Un trabajo que, más allá de analizar una época en el caso de estos tres conceptos, y proporcionarnos herramientas metodológicas para acercarnos a ella, funda toda una escuela de gran influencia en la filosofía europea. Reinhart Koselleck, autor de la redacción del concepto de Progreso, es uno de los artífices y editores del diccionario.
Se trata de estudiar la historia de los conceptos (Begriffgeschichte), entendida como filosofía: una historia conceptual (de los usos de los conceptos) que nos lleva a limpiar el lenguaje de los abusos terminológicos del lema y los reduccionismos, a ser más rigurosos, y a interpretar fenómenos históricos con mayor detalle y profundidad. Por ejemplo, este trabajo nos ayudaría a entender que Kant no utilizaba conceptos con el uso que le damos hoy, porque de hecho los conceptos son como la tierra, hechos de capas semánticas que se han ido sedimentando, y al mismo tiempo permiten construir sobre ellos un horizonte. Y por eso, entre otras cosas, son materia filosófica de primer orden, más allá de hacer una historia o rescatar datos del pasado.
En el caso de esta tríada conceptual, ilustración, progreso y modernidad, se trata del corazón de un periodo histórico que Koselleck llamaba Sattelzeit, entre 1750 y 1850, y que es la semilla de la modernidad en la medida en que configura una determinada manera de entender el tiempo histórico, que tiene sus grandes momentos en la Revolución Francesa y la Revolución Industrial. Sattelzeit es una metáfora, como explica muy bien Faustino Oncina en el estudio introductorio, que transmite el sentimiento de ímpetu y velocidad de la época: significa silla de montar de los caballos pero también el paso más alto de una montaña por el que se desciende rápido después de haber ascendido lento. La modernidad es el tiempo nuevo (neuzeit), y ese es el tiempo de la aceleración que hace posible el progreso, que significa caminar hacia delante. Una teoría que ha sido y sigue siendo revisada y criticada, pero que es importante conocer si queremos conocer cómo hemos leído desde el siglo XX la modernidad.
Esta edición recoge esas tres aportaciones de una historia conceptual que funcionaría casi como introducción a una historia histórica: primero, la Ilustración a lo largo de casi 130 páginas en manos de Horst Stuke, que fue Catedrático de Historia Social y Económica en Frankfurt. Después, el progreso por Reinhart Koselleck, y finalmente, la voz moderno, modernidad por Hans Ulrich Gumbrecht, el único que vive de los tres, actualmente en la Universidad de Stanford. Un libro de lectura exigente pero apasionante, porque nos permite reseguir el devenir de esos conceptos en manos de figuras como Kant, Mendelssohn, Hegel, Schiller, Herder, Marx… y que nos dicen tanto sobre ese periodo como sobre nosotros mismos, como demuestra Gumbrecht en el último apartado de su texto, al referirse a la conciencia de la modernidad del siglo XX como imperativo de cambio, que sigue vigente.
Diego Civilotti – 21/10/2021