“Pandemia y posverdad. La vida, la conciencia y la Cuarta Revolución Industrial” de Jordi Pigem (Fragmenta, 2021)

La personalización de los robots y la robotización de las personas. La alienación humana. La actualidad del nihilismo. La omnipresencia del entretenimiento. El control y la manipulación a partir de nuestro rastro digital. La pérdida de nuestra capacidad de atención. Los obstáculos para sentir y pensar como individuos. La nueva normalidad tecnocrática. El aumento de las desigualdades. El pensamiento único. De todo esto habla Pandemia y posverdad. La vida, la conciencia y la Cuarta Revolución Industrial. ¿Y dónde queda la pandemia? Para su autor, Jordi Pigem, la pandemia no sólo es el telón de fondo, sino el instrumento político para apuntalar y acelerar todos esos fenómenos que enumeraba y algunos más en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial.  

Pigem es un filósofo especialista en el pensamiento de Raimon Panikkar, sus líneas de investigación giran en torno a la filosofía de la ciencia, y este ensayo representa en cierto modo una continuidad respecto a obras anteriores como Ángeles o robots (2018) o Inteligencia vital (2016), donde analiza las contradicciones de nuestras sociedades y reivindica aspectos olvidados o perdidos.

En este caso, sostiene que la supervivencia biológica y la eficiencia tecnocrática se han erigido como los valores que eclipsan al resto, con especial gravedad a la larga búsqueda de sentido de la propia vida, único e intransferible. Su punto de partida es una lectura comparativa de las distopías imaginadas por George Orwell (1984) y Aldous Huxley (Un mundo feliz), analizando la vigilancia y el castigo en Orwell, y el entretenimiento en Huxley. Una vida centrada en el entretenimiento y la distracción es el aspecto que Pigem destaca de la novela de Huxley (con referencias también a David Foster Wallace y La broma infinita), multiplicada hoy gracias a las grandes posibilidades de los medios digitales. El deterioro de la concentración y la memoria es una de sus consecuencias. Pero, ¿por qué el entretenimiento es un obstáculo tan decisivo y tiene tantas implicaciones políticas? Pigem responde: “Porque nuestra mente es la arena última en que se dirimen batallas cruciales” (p.25).

La lectura comparativa no acaba aquí, porque entra en juego un tercer texto, de no-ficción, actual y con resonancias de los anteriores, que le permite a Pigem vincular Orwell y Huxley a la pandemia. Se trata de Covid-19: The Great Reset, el manifiesto del cual es coautor Klaus Schwab, el fundador y presidente del Foro Económico Mundial. Su mensaje principal es que a partir de la llegada de la covid todo debe cambiar para siempre, digitalizando todos los aspectos de la vida y el trabajo. Como sostiene Pigem, se trata del “gran reajuste” no en beneficio de las personas, sino en beneficio del tecnocapitalismo, que gozará de mayores herramientas de control y vigilancia, como afirma el propio Schwab.     

En este sentido, Pandemia y posverdad se presenta como una reivindicación de la centralidad de la vida y del papel de la conciencia, en un contexto hostil como el que describe en una Cuarta Revolución Industrial que apunta a eliminar los límites entre la esfera física, biológica y digital.   

El punto fuerte de este ensayo, es la capacidad que tiene para provocar y activar el pensamiento, con asociaciones conceptuales muy ágiles y un trabajo comparativo riguroso y muy sugerente. El punto débil, el exceso en esas asociaciones y saltos, a veces precipitados (como la línea entre Descartes y Google para señalar la vocación cibernética de la modernidad) que le conducen a generalizar o reducir la complejidad de la realidad y eliminar matices mediante una potente retórica. Como decíamos al hablar de David Casacuberta, a veces muestra signos de convertirse en un discípulo de Casandra. No hagamos un fetiche de este texto; el profesor Pigem seguro que no lo pretende, porque precisamente se dedica a combatir nuestros ídolos. Discutamos con él y aceptemos sin miedo su atractiva invitación a pensar(nos).    

Hay sin embargo, varias cosas que me resultan preocupantes en torno a la publicación de este libro. En primer lugar, tuvo cierta repercusión hace unas semanas porque su autor pudo explicar esta posición en horario de máxima audiencia y en la televisión pública. Una lectura que no había tenido presencia antes, ni la ha vuelto a tener que yo sepa, de un autor cuyo libro se acaba de editar y ha tenido ya cuatro reimpresiones. Como si de golpe, en el corazón de lo que creíamos democracias liberales, tuviéramos que leerlo y compartirlo en silencio. Frente a eso, el peligro de un discurso homogéneo y omnipresente que no permite preguntas, grietas, rendijas ni disidencias, o las permite sólo en pequeñas y controladas dosis. Y más peligroso aún, que se presenta como neutral

Diego Civilotti – 10/02/2022