“Por qué el mundo no existe” de Markus Gabriel (Pasado & Presente, 2019).

Markus Gabriel es un verdadero faro de la actualidad. Su reivindicación de una filosofía del espíritu, entendida como una apuesta por la libertad en el contexto actual, se antoja más necesaria que nunca. Esta obra, publicada en alemán en 2013 ha llegado a su 11ª edición con un título provocador y un contenido audaz. Gabriel conoce muy bien la tradición filosófica occidental y es capaz de dialogar con ella con tanta pulcritud como naturalidad.

Todo eso lo consigue hacer a través de un estilo muy amable que se dirige a un amplio público, sin esquivar ninguno de los temas que necesita afrontar para proponer una filosofía “nueva”. Una aportación digna de atención en un contexto dominado por dos extremos que Gabriel se propone combatir: el pensamiento metafísico, que ya entró en crisis hace mucho pero se mantiene en las nociones que tenemos del conocimiento, la ciencia o la realidad (el intento de desarrollar una teoría del mundo explicado como totalidad). Y por otra parte, la crisis de eso, ese intento de comenzar desde cero que han llevado a cabo los postmodernismos, hasta llegar la realidad o el mundo, reduciendo todo a la realidad tal y como se nos aparece. Es decir, como constructivismo, basado en la suposición de que no existen los hechos en sí, sino que somos nosotros los que los construimos mediante nuestro lenguaje, discursos y maneras de pensar.

Gabriel explica cuándo comienzan estas corrientes, cómo lo hacen y en mano de qué autores. Un libro didáctico y muy bien escrito, que incluye un glosario final donde se definen los conceptos esenciales que aparecen en el texto. Su lectura nos permite entrar en el laboratorio de un pensador actual de envergadura que nos habla a nosotros y a nuestra época. Gabriel aborda el conocimiento, la epistemología, la metafísica… pero también se atreve a describir las implicaciones éticas, políticas o estéticas, así como las consecuencias para una imagen de la religión o la ciencia.

En suma, un volumen fantástico para adentrarse en el Nuevo Realismo, que discute tanto al viejo realismo de la metafísica, como al constructivismo que destruye el mundo reduciéndolo a un producto de nuestra imaginación.

Diego Civilotti – 22/10/2020