“Rabia. Afectos, violencia, inmunidad” de Laura Quintana (Herder, 2021).

Las situaciones que rodean el difícil ejercicio de pensar, o las circunstancias que rodean el yo -como recuerda la frase tan citada de Ortega- a veces configuran una filosofía, otras son el detonante, e incluso pueden ser aquello frente a lo que se sitúa un pensamiento. 

Laura Quintana es Dra. en Filosofía por la Universidad Nacional de Colombia y profesora de la Universidad de los Andes, y sus principales líneas de investigación giran en torno a la filosofía política y la estética contemporánea. En el caso de este libro, Quintana desarrolla la lectura de una experiencia conflictiva en directo, la realidad política en Colombia. Y lo hace como una voz atravesada y condicionada por el propio objeto que piensa, la rabia, y una lógica de la inmunidad que se cierra y defiende de lo extraño poniendo en movimiento lo que Quintana denomina “fascismos moleculares”. También como una voz consciente de su circunstancia: “escribo como mujer y desde una localización -geopolítica- poscolonial, que también marca mi relación histórica con el presente” (p.303). 

Quintana centra su análisis en un afecto, la rabia, que siempre pensamos desde la subjetividad, pero matiza su dimensión semántica desde un enfoque relacional y teniendo en cuenta una elaboración creativa de la rabia: se trata de “fuerzas efectuadas en el mundo social, que atraviesan a los sujetos, los preceden y conforman; fuerzas que se producen en las interacciones conflictivas entre seres vivos, cosas, lugares, temporalidades, tecnologías; entre cuerpos, imágenes, discursos; entre registros sensoriales, atmósferas y materialidades” (p.29).   

El libro se divide en 4 capítulos y se acompaña de una amplia bibliografía final. El primero, “Economías afectivas inmunitarias: apegos, asedios y virtualidad”, gira en torno a ese concepto (economía afectiva) heredado de Freud para analizar lógicas sociológicas y políticas. En el segundo, “Capitalismo, afectos e inmunidad”, se estudia la heterogeneidad del capitalismo, entendido no sólo como sistema de producción o intercambio económico, sino también -recurriendo a Gilles Deleuze y Félix Guattari- como régimen que produce unas determinadas formas de poder e incluso un campo de percepción, emoción y pensamiento. El tercer capítulo, “Resentimientos”, se dedica a estudiar la lógica destructiva del resentimiento y las formas de revertirla para descubrir la dimensión creativa del conflicto. Todo desemboca en un último capítulo, “Rabia política”, en busca de una interpretación emancipatoria de la rabia, capaz de abrir el campo de lo posible para transformar el mundo.      

La autora marca distancia frente a la hermenéutica de la sospecha (crítica de la ideología) y también frente al académico racionalista. Se trata de un trabajo académico, en forma y contenido, pero se distancia de él en la medida en que apunta a transformar el campo social asumiendo el conflicto. Rabia tiene a mano la acumulación y proyección de la rabia política, tal y como se ha materializado últimamente en distintos países de latinoamérica; y de la misma manera, la posibilidad de transformar las sociedades a partir de la plasticidad de los afectos, especialmente urgente en tiempos de desaliento y de (peligrosa) despolitización. Esto lo hace de muchas maneras, con especial atención a la recuperación del vitalismo filosófico de origen nietzscheano.        

Es este un trabajo de profundidad muy operativo para entender los resortes y matices de muchos de los fenómenos sociopolíticos, inexplicables si los leemos desde las distintas agencias de propaganda y desinformación que nos asedian a diario.  

Diego Civilotti – 17/02/2022