“La cosmovisión de los grandes científicos del siglo XX” de Juan Arana (coord.). Tecnos, 2020.

Estamos ante un gran volumen colectivo, coordinado por Juan Arana, catedrático de Filosofía y muy dedicado a estudiar las relaciones entre ciencia y filosofía. Un libro fruto del Seminario, celebrado en Ávila en julio de 2019, y organizado por la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, que ha patrocinado y ha hecho posible este proyecto. ¿Por qué hablamos de científicos y cuál es la relevancia filosófica de eso? El subtítulo del libro es Convicciones éticas, políticas, filosóficas o religiosas de los protagonistas de las revoluciones científicas contemporáneas. Hemos hecho referencia en FdB a la indistinción de letras y ciencias, o al carácter indivisible del conocimiento. En este caso, aún es más relevante, porque el libro se ocupa de uno de los períodos más apasionantes de la historia de la ciencia: las grandes crisis y revoluciones a principios del siglo XX. Lo que desencadenaron dichas crisis fue un replanteamiento global de las propias disciplinas científicas, que las arrojó a los propios límites y con ello a la filosofía, de una manera mucho más ambiciosa a cómo se estaba haciendo entonces. Devolviendo de hecho a la filosofía y a las ciencias naturales a una unión que tenían en tiempos de los presocráticos. Por ejemplo, la relatividad introduce conceptos tales como la curvatura del espacio-tiempo que exceden nuestras intuiciones, la cuántica pone en cuestión el mismo concepto de realidad objetiva y el pensamiento matemático de Gödel establece unos límites infranqueables para el proyecto formalista, deshaciendo un optimismo que marcó un punto de inflexión en la historia de la lógica y el pensamiento matemático.

Este es un libro magnífico para los científicos, pero quizás más aún para los filósofos: es evidente que no desarrollaremos un análisis profundo de las nociones fundamentales de la física cuántica sin la aplicación de matemáticas avanzadas. Sin embargo, ello no nos debe impedir glosar con rigor las implicaciones filosóficas de tales nociones, teniendo en cuenta el profundo impacto que han producido en el pensamiento y la teoría del conocimiento del siglo XX. Y eso lo logra este libro, que incluye 39 autores divididos en áreas: los matemáticos, los cuánticos, los cosmólogos, los físicos atómicos… Por destacar tres momentos, resulta muy esclarecedor el capítulo de Eduardo Riaza dedicado al sacerdote, físico y matemático Georges Lemaître, para pensar el debate entre fe y ciencia. También la revolución de la ciencia clásica en manos de la cuántica de Niels Bohr y las implicaciones filosóficas del diálogo que Juan Arana establece entre Bohr y Kant. Y por último, 7 capítulos brillantes para utilizar como puerta de entrada a las neurociencias, un lugar privilegiado para estudiar la filosofía de la mente actual.

La edición de Tecnos, sencilla y manejable incluye un índice alfabético de científicos, para facilitar su búsqueda, además de una relación de los autores que escriben en el volumen, y que permite apreciar la gran diversidad de disciplinas que se dan cita. Un índice onomástico hubiera coronado una edición muy valiosa y útil como herramienta de consulta que nos acompañe durante años.

Diego Civilotti – 01/10/2020